Salud

Carolina del Norte obtiene resultados dispares en la lucha contra la escasez de enfermeras, según un nuevo informe

Carolina del Norte ha logrado avances graduales en la solución de la escasez de enfermeras tituladas (RN), pero se enfrenta a un déficit cada vez mayor de enfermeras prácticas con licencia (LPN), lo que genera un panorama sanitario frágil y complejo. Esta es la principal conclusión de un nuevo análisis publicado el 15 de septiembre por la NC Health Talent Alliance, una alianza público-privada centrada en el personal sanitario del estado.

El informe, que encuestó a 110 organizaciones sanitarias que representan a más de 1560 centros, revela un panorama con matices. La tasa de vacantes de enfermeras tituladas (el segmento más grande del personal de enfermería) ha mejorado, descendiendo del 17 % del año pasado al 13 %. Si bien este es un paso positivo, la tasa se mantiene por encima del promedio nacional del 10 %.

En contraste, la escasez de Enfermeras Prácticas Únicas (LPN), quienes brindan atención esencial de primera línea, se ha intensificado. Los datos muestran que aproximadamente un tercio de las plazas de LPN del estado están vacantes, un aumento significativo con respecto a la tasa del año pasado, que fue de aproximadamente una cuarta parte.

Andy MacCracken, director del Centro de Carolina del Norte sobre la Fuerza Laboral para la Salud, advirtió que el aumento en la dotación de enfermeras registradas está en riesgo. Explicó que la persistente escasez de enfermeras practicantes con licencia (LPN) y otro personal de apoyo supone una carga adicional para las enfermeras tituladas. “Cuando no contamos con suficientes profesionales de la salud afines y LPN, las enfermeras registradas tienen que asumir muchas tareas adicionales”, declaró MacCracken. “Eso contribuye a situaciones insostenibles en las que vemos que las personas abandonan la empresa o la profesión en general”.

Desafíos de décadas de antigüedad agravados por las presiones actuales

La escasez de enfermeras en Carolina del Norte no es un fenómeno nuevo; los registros legislativos reconocen el problema desde 1989. Las causas fundamentales son multifacéticas y persistentes:

  • Salarios bajos: especialmente en las zonas rurales, los sistemas de salud tienen dificultades para ofrecer salarios que puedan competir con los de los centros urbanos y el sector privado en general.
  • Condiciones de trabajo difíciles: Las enfermeras informan constantemente turnos largos, cargas de trabajo pesadas y altos niveles de estrés.
  • Violencia en el lugar de trabajo: una encuesta de 2022 destacó los peligros: el 27 % de las enfermeras informaron haber sido víctimas de violencia en el trabajo y el 48 % haberla presenciado.
  • Señales de progreso e inversiones estratégicas

    A pesar de los desafíos, existen indicios prometedores de progreso, impulsados ​​principalmente por un enfoque en la educación. El número de enfermeras tituladas recién licenciadas ha aumentado casi un 15 % en los últimos tres años, mientras que la formación de enfermeras prácticas (LPN) ha aumentado un 13 %.

    Este crecimiento se ve impulsado por inversiones específicas. En 2023, la Asamblea General de Carolina del Norte asignó 55 millones de dólares para ampliar los programas de enfermería y otros programas de alta demanda en los 58 colegios comunitarios del estado. Melissa Smith, del Sistema de Colegios Comunitarios de Carolina del Norte, señaló que estos fondos han tenido un impacto significativo, especialmente en los condados rurales, permitiendo a las escuelas construir nuevos laboratorios y generar un gran entusiasmo entre los estudiantes y el personal.

    Una mirada urgente al futuro

    Mantener esta oferta educativa es crucial, ya que Carolina del Norte se enfrenta a un desafío demográfico inminente. Se proyecta que la población estatal de 65 años o más crecerá en casi un millón para 2042. Para agravar esta situación, una encuesta de 2023 reveló que más de una cuarta parte de los enfermeros registrados actuales planean jubilarse o abandonar la profesión en los próximos cinco años.

    Para satisfacer las demandas de su población envejecida y en crecimiento, se estima que Carolina del Norte necesitará 17,500 enfermeras adicionales durante la próxima década. MacCracken enfatizó que todo el sistema de salud es un “ecosistema” interconectado, advirtiendo que la grave escasez de atención a largo plazo inevitablemente sobrecargará a los hospitales y a los proveedores de atención primaria. La alianza utilizará sus datos para desarrollar estrategias regionales específicas para abordar estas necesidades críticas de personal.

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