Salud

9 hierbas poco conocidas para el síndrome de piernas inquietas con respaldo científico

Si siente que sus piernas tienen vida propia, se contraen, hormiguean o bailan bajo las sábanas mientras el resto de su cuerpo ruega por dormir, es posible que esté sufriendo el síndrome de piernas inquietas (RLS).

Es más que una simple molestia. Es un ladrón de sueño, un drenador de energía y, para muchas personas, una batalla que dura todas las noches.

Si bien existen tratamientos con receta, cada vez más personas recurren a las hierbas para tratar el síndrome de piernas inquietas para calmar los nervios, reducir las molestias y favorecer los ciclos naturales del sueño.

Y no es de extrañar que ciertas hierbas ofrezcan un alivio suave sin efectos secundarios, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan un camino holístico. ¿Listo para relajarte y disfrutar de un verdadero descanso? ​​Exploremos el botiquín de la naturaleza.

1. Raíz de valeriana: el sincronizador natural del sueño

La raíz de valeriana se ha considerado durante mucho tiempo un sedante natural, y con razón. Promueve la relajación, calma el sistema nervioso y alivia la tensión muscular, lo que la convierte en un potente aliado contra el síndrome de piernas inquietas (RLS).

Por qué funciona:

Un estudio publicado en Fitomedicina reveló que la valeriana mejoraba la calidad del sueño y reducía el movimiento de las piernas durante el sueño. Contiene ácido valerénico, que interactúa con los receptores GABA del cerebro, promoviendo la calma y reduciendo las señales nerviosas involuntarias.

Modo de empleo:

Primero, remoje 1 cucharadita de raíz de valeriana seca en agua caliente durante 10 a 15 minutos. Luego, cuele y tómela unos 30 minutos antes de acostarse. Para obtener resultados más intensos, tómela todas las noches durante al menos 2 o 3 semanas.

2. Pasiflora: Calma los nervios y calma el cuerpo.

La pasionaria no sólo tiene un nombre de ensueño; es un remedio comprobado para reducir la energía nerviosa y calmar los espasmos musculares.

Por qué funciona:

Según un estudio publicado en Anesthesia & Analgesia, la pasiflora aumenta el GABA en el cerebro, lo que reduce la excitabilidad neuronal. También ayuda a relajar los músculos, reducir los espasmos y favorece un sueño más profundo, ideal para el síndrome de piernas inquietas.

Modo de empleo:

La próxima vez que sientas síntomas, prepara una taza de té remojando 1 o 2 cucharaditas de pasiflora seca en agua caliente durante 10 minutos. Bebe 1 o 2 tazas al día, especialmente antes de acostarte, para favorecer la regulación del sistema nervioso.

3. Manzanilla: Alivio suave y relajación muscular.

La manzanilla es ampliamente conocida por sus efectos calmantes, pero también contiene apigenina, un compuesto que se une a los receptores de benzodiazepina en el cerebro, ayudando a reducir la ansiedad y los calambres musculares.

Por qué funciona:

Un estudio de 2016 publicado en Complementary Therapies in Medicine confirmó el leve efecto sedante de la manzanilla y su capacidad para mejorar la calidad del sueño. Además, posee propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar la irritación nerviosa, que desencadena el síndrome de piernas inquietas (RLS).

Modo de empleo:

Remoje 1 cucharada de flores secas de manzanilla en agua caliente durante 5 a 7 minutos. Tómela a sorbos antes de acostarse. Añada un chorrito de leche de avena o miel para intensificar sus efectos calmantes.

4. Lavanda: Calma aromática y alivio neuromuscular

La lavanda se utiliza a menudo por su aroma, pero sus usos internos y externos pueden aliviar la tensión muscular, calmar la mente y promover un sueño reparador.

Por qué funciona:

Un estudio de 2014 publicado en la Revista de Estudios de Enfermería y Obstetricia demostró que la aromaterapia con aceite de lavanda mejoraba el sueño en mujeres con síndrome de piernas inquietas (RLS). Sus compuestos, como el linalool y el acetato de linalilo, calman la hiperactividad nerviosa.

Modo de empleo:

Añade 2 o 3 gotas de aceite de lavanda de grado alimenticio a tus infusiones o masajea tus piernas con aceite de lavanda diluido antes de dormir. Para un toque aromático, espolvorea lavanda seca en una almohada.

5. Amapola de California: El relajante nervioso suave

La amapola de California es un sedante herbal suave con propiedades antiespasmódicas que ayudan a calmar las piernas hiperactivas sin dejarte aturdido.

Por qué funciona:

Contiene alcaloides como la californidina, que favorecen el equilibrio del sistema nervioso y alivian dolores leves. Investigaciones de la Medicina Complementaria y Alternativa Basada en la Evidencia han demostrado su utilidad para el malestar neuropático.

Modo de empleo:

Remoje una cucharadita de amapola de California seca en agua caliente durante 10 minutos. Tómela una vez al día antes de acostarse, sin exceder la dosis recomendada debido a sus efectos sedantes.

6. Ortiga rica en magnesio: el protector muscular

La ortiga puede no parecer suave, pero cuando se prepara en infusión, se convierte en un tónico rico en minerales cargado de magnesio, calcio y hierro, cruciales para calmar la irritabilidad muscular.

Por qué funciona:

La deficiencia de magnesio suele estar relacionada con espasmos musculares. Según los Institutos Nacionales de la Salud, el contenido mineral de la ortiga favorece la salud neuromuscular y puede reducir la sensación de inquietud.

Modo de empleo:

Hierva una cucharada de hojas secas de ortiga durante 10 minutos. Bébalo dos veces al día. Notará resultados después de aproximadamente una semana de uso constante.

7. Escutelaria: un tónico nervioso para las piernas espasmódicas

La escutelaria se ha utilizado durante mucho tiempo para calmar los nervios, especialmente en casos de agitación física o inquietud nocturna.

Por qué funciona:

Un estudio de 2003 publicado en el Journal of Ethnopharmacology identificó flavonoides en las escutelarias que se unen a los receptores GABA, lo que contribuye a reducir la excitabilidad nerviosa y el movimiento involuntario.

Modo de empleo:

Remoje 1 cucharadita de escutelaria americana seca en agua caliente durante 10 minutos. Bébala por la noche. Úsela de forma constante durante 2 a 3 semanas para ver los efectos a largo plazo.

8. Combinación de cúrcuma y pimienta negra: Combate la inflamación

Esta combinación de oro no solo le da un toque picante a la cena. También reduce la inflamación que puede irritar los nervios y los músculos, contribuyendo así al síndrome de piernas inquietas (RLS).

Por qué funciona:

La curcumina (presente en la cúrcuma) tiene efectos antiinflamatorios, mientras que la piperina (presente en la pimienta negra) mejora su absorción. El Journal of Medicinal Food destacó la capacidad de este dúo para reducir la inflamación crónica relacionada con los nervios.

Modo de empleo:

Mezcle ½ cucharadita de cúrcuma con una pizca de pimienta negra en leche tibia o infusión. Bébalo todas las noches, especialmente si la inflamación parece desencadenar su síndrome de piernas inquietas.

Cómo incorporar estas hierbas a tu rutina diaria

Crear una rutina herbal para el SPI no tiene por qué ser abrumador. Empieza eligiendo una o dos hierbas que se relacionen con tus síntomas.

Una infusión para antes de dormir es un excelente punto de partida, especialmente con mezclas como valeriana y pasiflora o manzanilla y lavanda. La constancia es clave: la mayoría de las hierbas muestran efectos acumulativos si se toman regularmente durante al menos 2 a 4 semanas.

También puedes crear un “ritual de sueño”:

  • Bebe una infusión de hierbas una hora antes de acostarte.
  • Aplique aceite de lavanda diluido en las piernas.
  • Utilice un baño de pies calmante con manzanilla u ortiga.
  • Tenga a mano una bebida tibia de cúrcuma como parte de su relajación nocturna.
  • Combine esta rutina con una mejor higiene del sueño, limite la cafeína, mantenga el dormitorio fresco y evite pasar tiempo frente a pantallas cerca de la hora de acostarse para obtener los mejores resultados de su apoyo a base de hierbas.

    Precauciones y precauciones

    Aunque las hierbas suelen ser seguras, algunas pueden causar reacciones alérgicas o interactuar con medicamentos. Por ejemplo, la valeriana y la escutelaria pueden intensificar los efectos sedantes.

    Las personas embarazadas o en período de lactancia deben evitar la amapola de California y los neurotransmisores fuertes como la valeriana, a menos que lo apruebe un profesional.

    Comience con dosis pequeñas para comprobar la sensibilidad. Si experimenta dolor de cabeza, somnolencia o malestar digestivo, suspenda su uso y consulte a un profesional de la salud.

    Evite combinar demasiadas hierbas sedantes a la vez, especialmente si ya está tomando pastillas para dormir o antidepresivos.

    Descargo de responsabilidad

    Este artículo es solo informativo y no sustituye el consejo médico. Consulte siempre con su profesional de la salud antes de empezar a tomar remedios herbales, especialmente si tiene problemas de salud persistentes o toma medicamentos recetados.

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